miércoles, 1 de octubre de 2014

Claustro (fase 1) Segunda parte

Bien, aquí estoy otra vez, con una nueva entrada sobre la maqueta del claustro.

En la anterior entrada dejamos la base del claustro terminada, y ahora toca hacer el resto, los arcos y los muros exteriores. Empecemos por los arcos.

Como ya dijimos, los arcos (la arcada) y los muros van a ser de pvc espumado. Primero medimos (si no nos acordamos, no estamos seguros o no lo sabemos) la longitud que va a tener la arcada en cada una de sus localizaciones. Vamos a necesitar cuatro arcadas, una para cada lado del jardín, que después tendremos que dividir en dos, porque hemos hecho la base en cuatro piezas.

Conocida la medida (11 cm) y estimando la altura (6 cm), nos ponemos a la tarea de dibujar los arcos en el pvc. Procuraremos no apretar mucho, que si no luego se queda marcado, y no queremos eso.

 
 Luego cortamos con el cutter, con cuidado para que nos queden bien los arcos.


Ahora viene lo más entretenido, agotador y agobiante de este trabajo: tallar los sillares que forman los muros de las arcadas. Como he dicho otras veces, el pvc espumado se talla o graba con mucha facilidad (de hecho, si no tienes cuidado puedes dejar marcada la uña). Podemos usar una aguja, un lápiz, una brocheta de madera... lo que tengáis. Yo uso un buril de repujado que tengo de los trabajos de tarjetería. Es importante que busquéis vuestra herramienta conforme al grosor del trabajo que queráis hacer. Así que armados con nuestro buril y la regla, nos dedicamos a tallar cada una de las piezas. Os aconsejo que antes de poneros a tallar dibujéis con lápiz (con suavidad) lo que queráis hacer, para así desviaros lo menos posible. Tanto en esta fase como cuando hagáis los muros, podéis añadir detalles como piedras rajadas o marcas de cantero. Y hete aquí el resultado de un puñado de horas tallando sillares.


Antes de coger otra vez el aerógrafo, marcamos las arcadas por la cara interior (la que va a dar al corredor) para, una vez cortemos la arcada en dos, saber cuáles van emparejadas a la hora de montarlas.


Como ya tenemos pintada la base y como luego nos resultaría más difícil hacerlo, cuando estén terminados los sillares podemos pintar las arcadas. Usaremos los mismos colores que para el empedrado (base de gris piedra Vallejo [884], y dos capas de tinta soft tone de Army Painter [1134], dejando secar bien la primera antes de aplicar la segunda). Así conseguiremos uniformidad en todo el edificio, a pesar de las inevitables diferencias de tono, que en el fondo le dan más naturalidad al conjunto.

Montamos las arcadas en las bases. Para pegar el pvc espumado sirve cualquier pegamento instantáneo o cianocrilato (yo uso "super glue" del chino).











Con las arcadas listas, podemos echarle ganas y ponernos con los muros. Tanto el interior de los arcos como el interior de los muros (los que van enfrentados) podrían dejarse lisos, puesto que no se va a notar/ver demasiado; se ve más en el caso de los muros, pero el interior de los arcos, no se ve casi nada o nada. A mí me gusta hacer el trabajo completo, por lo que pueda pasar y se pueda ver una vez montado el conjunto. En definitiva, medimos los muros, procurando que encajen bien a la hora de montar (esto es, una pareja los medimos en toda la longitud de la base, y la otra la medimos 6 mm más corta; esta pareja más corta será la que a la hora de montar esté tocando a los otros dos muros haciendo la esquina). Cortamos las piezas y volvemos a agarrar el buril o similar para empezar otra laaaarga sesión de tallado de piedras.



Además de las piedras, he decidido que en uno de los muros haya una puerta, que en un futuro conducirá a la iglesia, mientras que en el opuesto habrá un arco que servirá como entrada o salida para comunicarse con el exterior.

Tallados los muros, pintamos la parte interna de estos, puerta de madera incluida (para la puerta he usado marrón cubierta de Vallejo [986] como base, y tinta strong tone de Army Painter [WP1135] para dar matiz y resaltar los detalles). Yo he dejado la parte externa para pintarla al final, cuando ya esté todo montado; el motivo es que quería pintar a la vez el borde blanco de corcho de la base, y si pintaba el muro antes de montarlo, luego tendría que pintar dicho borde. La parte positiva es esa, que el borde blanco se cubre a la vez que el resto del muro (dando uniformidad); la parte negativa es que la tinta es muy líquida y con el muro en vertical resbala hasta abajo (o arriba si lo ponemos bocabajo) dejándonos con una acumulación de tinta indeseada en ese extremo del muro. Una solución (que se me ha ocurrido ahora, mientras escribo esto) sería pintar un lado, dejarlo secar de forma que quede horizontal, y luego pintar el otro. Claro, todo el que haya trabajado alguna vez con aerógrafo sabe que eso va a implicar limpiar el aerógrafo más veces para que la tinta no se seque en el aparato.

Cuando estén secos, ya podemos montar los muros. Este es el aspecto que tiene el claustro con la parte externa de los muros sin pintar.


Y con los muros pintados.


Ya quedan detalles. La arcada de entrada está muy pobre así sola, así que le hice una verja usando pvc espumado de 1 mm.


Ese césped verde es muy triste, y a los pobres monjes no les va a apetecer pasear por ahí si no le damos un poquito más de alegría, así que le ponemos unas florecillas y unas hierbas altas. Y también unas enredaderas en las esquinas, que quedan muy chulas.


¡Tachán! Ya tenemos un claustro listo para que nuestras miniaturas paseen, entreguen cartas comprometidas o desnuden sus aceros a la luz de la luna.













A este claustro aún le falta un tejado. Eso no se puede dejar así. Por eso esta es la fase 1. La fase 2 será el tejado, cuando se me pase el hartazgo de tallar sillares de piedra. Y es posible que haya una fase 3, ya veremos. Eso sí, algún día tendré que hacer la iglesia...

¡Hasta la próxima entrada!

martes, 30 de septiembre de 2014

Claustro (fase 1) Primera parte

Hola de nuevo,

¿Me echábais de menos? Seguro que no, que tampoco escribo tanto.

Aún tengo medio aparcado el proyecto de la arena, pero es que con eso de que no empiezan a mandar miniaturas de Arena Rex hasta primeros de octubre (una bonita indeterminación temporal), y que además, para más inri, las mías se mandarán todavía más tarde (porque una, UNA, de las minis que pedí aún no está terminada... el escultor es la hostia, pero cuánta calma lleva el hombre), pues como que da pereza. Eso sí, todo sigue ahí, en mi cabeza de rizados bucles azabache (toma, que bonito).

Pero que tenga aparcado lo de la arena no quiere decir que esté ocioso. El mes pasado (agosto, que aún hoy estamos en septiembre) le pegué duro al pincel y tengo una cuadrilla bastante resultona de 1650: a capa y espada. Lo malo es que en un momento dado sufrí un "bloqueo creativo", por llamarlo de alguna manera, y me atasqué en una mini a medio terminar. A ver si me pongo con eso, que si no no sigo con las otras.

Eso fue el mes pasado, ¿y este? Pues siguiendo la línea de 1650, y siguiendo los pasos de los tres mosqueteros, me he hecho un claustro. Sí, sí, un claustro; ese sitio por el que los monjes pasean y toman el sol cuando están encerrados en una abadía... esa parte de los edificios antiguos, cuadrada, sin techar, con un pozo, arcos y columnitas... vaaaaa, seguro que sabéis qué es un claustro. Y si no, preguntad a San Google.

¿Y por qué un claustro? Tiene un porqué. No es un capricho cualquiera, ni que me haya caído una piña en la cabeza y haya visto la luz divina. ¿Os habéis leido Los tres mosqueteros, de Alejandro Dumas (padre)? ¿No? Pues deberíais. ¿Sí? Bien por vosotros. Los que lo habéis leído seguro que recordaréis (y los que no, seguro que os suena algo parecido de Dartacán y los tres mosqueperros), que casi al principio el joven gascón se cita con Aramis, Porthos y Athos para un duelo, uno tras otro, en el mismo sitio: el claustro de las Carmelitas Descalzas. (Ya luego viene la guardia del cardenal y el duelo múltiple se convierte en otra cosa). Pues esa escena es la que me dio la idea, y las ganas de tener mi propio claustro (aunque este está en mejor estado que el de la novela).

Menudo rollo me he tirado y todavía no he empezado con lo importante: cómo se hizo el claustro. Al lío.

Lo primero, hacer un boceto de lo que más o menos quieres hacer. Podéis buscar ideas en San Google o ir a visitar alguno, si tenéis la suerte de tener una iglesia viejuna en la ciudad (o algo que antiguamente fue iglesia, como el penal del Puerto). Del boceto no hay foto, que da cosica ponerlo. En fin, un dibujo que sea suficiente para plasmar tu idea, aunque sea a grandes rasgos. Ya, lo bien que quede dependerá de la calidad del dibujante... el mío eran cuatro rayejos en una servilleta de una cafetería, que luego se convirtieron en ocho rayejos en un folio en casa. En fin.

Boceto hecho, idea plasmada. Ahora toca escoger materiales. Como sabéis por el barco (ver entradas anteriores, aquí, aquí y aquí... ah, y aquí), me gusta trabajar con pvc espumado, porque es ligero, resistente, pega bien y se talla/graba de maravilla. Así que los muros del claustro van a ir de pvc espumado. Pero el pvc espumado tiene un problemilla, que es un poco caro. Como tampoco quería dejarme tanto dinero como para que me saliera más rentable buscar una maqueta ya hecha, pues eché mano de otro material que tenía por casa y que usaba antes para hacer maquetas: cartón-pluma, o foamboard, para los que no sepan decirlo en castellano :P ¿Qué rayos es el cartón-pluma? Básicamente es una lámina de corcho blanco metida entre dos cartulinas gruesas. Se corta bastante bien, y es tan ligero como el pvc espumado, peeeero es menos resistente, con la humedad se comba, y como se doble quedan unas rayas muy, muy feas. Ah, sí, y ciertos pegamentos y sprays derriten (literalmente, no me lo invento) el núcleo de corcho.

Así que: pvc espumado para los muros, cartón-pluma para la base.

También tenía que hacer el suelo por el que van los monjes a misa. El cartón-pluma no se graba demasiado bien, así que vuelta al pvc, pero esta vez ya pre-grabado.

Y el césped... o mejor un claustro abandonado de suelo yermo... no, césped, y hierbecita, y florecitas... pues césped artificial.

Recopilando lo de arriba: Materiales: pvc espumado de 3mm para los muros, cartón-pluma blanco de 3 mm para el suelo/base, pvc espumado de 1 mm pre-grabado para el empedrado, césped y flores artificiales (aquí cada uno que use el que más le guste, yo tengo aún "arenilla" verde de cuando montaba el belén en mi casa), pegamento, cutter, reglas, buriles, pintura (y aerógrafo, os lo recomiendo) y muuuuuuuuuuuuuuuuuuuucha paciencia (casi tanta como para leer esta entrada).

Bien, ya tenemos los materiales, hemos preparado nuestra mesa (en mi caso echar un hule encima de la mesa y tener mucho cuidado de no atravesar el cartón a la hora de cortar las piezas), y tenemos ganas de trabajar (jejejeje).

Empezaremos por la base de la pieza. Mi idea es hacer un claustro grandecito, de 30x30 cm. El problema, como el de la mayoría, es el espacio. Ese claustro luego tengo que guardarlo. Bueno pues en lugar de hacer una sóla pieza de 30x30 cm (que me hubiera ahorrado algunas cosillas), he decidido dividir el conjunto en cuatro piezas de 15x15 cm. En la parte mala tiene que los jugadores avispados podrán aprovechar los cortes de las piezas para calcular las distancias. En la parte buena tiene que se puede guardar apilado... Prefiero la parte buena.

Así que cortamos nuestra base, o nuestras cuatro sub-bases, como prefiráis. El cartón-pluma se corta bien con el cutter (al fin y al cabo es cartulina con corcho blanco), así que este paso no tiene mucho más misterio. Damos nuestros cortes y a seguir con el proyecto.

 
El siguiente paso es la primera mano de pintura (de muchas) que vamos a darle a la maqueta. Primero dibujamos (para tener una guía) el ancho del suelo del claustro en cada una de las piezas, y luego, con el aerógrafo, damos una manita de pintura verde. Este verde va a conformar el fondo de nuestro jardín, por si se quedara algún claro rebelde cuando pongamos la hierba.



Ahora, siguiendo con la base, le ponemos el empedrado. Quería que el suelo del claustro fuera de piedra irregular, contrastando así con los (más o menos) regulares muros. Como me daba pereza tallar toda esa piedra, compré un par de planchas de pvc espumado "empedrado irregular" de Plastcraft Games. Las dos láminas que vienen me vinieron casi justas, sobrándome sólo un cuadradito que guardo para cualquier otra cosa (probablemente una peana de miniatura). En fin, medí y corté las láminas para hacer cuatro "caminos" interiores, que recorrerían el perímetro del jardín al completo; son los que antes hemos dibujado en la base. Además, corté cuatro caminos exteriores, para que los monjes puedan pasear desde las arcadas al centro del jardín. A los caminos del jardín les corté algunas piedras laterales, preferiblemente las que no estuvieran enteras, para dar más sensación de irregularidad y que no fueran tan rectos. Hecho todo esto, los pinté. Primero les di una mano de gris piedra de Vallejo (70.884) muy diluido (principalmente porque es muy denso y me atasca el aerógrafo), para, una vez seca la pintura, darles una primera capa de tinta soft tone de Army Painter (WP1134). Cuando se secó la tinta, los caminos quedaban de una especie de gris amarronado bastante resultón, pero no era el color que yo quería, así que le apliqué una segunda capa de tinta soft tone. Dejamos secar y nos quedará una cosa así.



Ya tenemos los caminos. Ahora los colocamos. Los pegamos en su sitio usando cola blanca. Los caminos son bastante anchos (cuatro centímetros) y largos (quince centímetros), y no merece la pena gastar tanto pegamento instantáneo (introduzca aquí su marca favorita). El cartón-pluma responde muy bien a la cola blanca de toda la vida, así que con eso nos basta.



Cuando los caminos ya estén colocados y secos (que no se muevan, vamos), volvemos a coger la cola blanca y nuestra bolsita de césped artificial. Echamos cola en los espacios delimitados por los caminos (los cuadrados esos pintados de verde que quedan en medio) y pegamos el césped. Si la cola está muy espesa, diluidla con un poco de agua, pero ya os advierto que mucha agua os va a combar el cartón-pluma.
La técnica para pegar césped es de todos conocida, pero aquí os la pongo. Extendéis bien la cola por la superficie a cubrir de césped, intentando no dejar ningún hueco. Cogéis la bolsa de césped y la volcáis sobre la superficie cubierta de cola, hasta que no se vea ésta (no hace falta que echéis toda la bolsa, sólo lo suficiente). Esperamos un rato para que seque (depende de la paciencia de cada uno, pero al menos un cuarto de hora, por favor). Levantamos la superficie cubierta y sobre una servilleta, un plástico o cualquier otra cosa que nos sirva luego para recoger el césped, la volteamos y le damos unos golpecitos con la mano a la parte de atrás para que caiga el césped que no se ha pegado (el exceso, vaya). Et voilá, césped pegado.

Total, éste es el resultado, con el césped ya pegado.



En la siguiente entrada, la arcada. Si has llegado hasta aquí, tómate un helado, te lo has ganado ;P

viernes, 15 de agosto de 2014

Pirograbando

Buenas,

Resulta que este mes ha sido el cumpleaños de mi pareja, pero como no la veré hasta el mes que viene, pues tengo tiempo para preparar el regalo. Y le voy a regalar una bonita caja para sus miniaturas de 1650 (sí, lo sé, estoy creando un monstruo). Bueno, lo de bonita lo digo yo; a ver cómo queda.

En una caja de esas de madera que se compra en los chinos he plantado una chapa metálica para, una vez imantadas, poner las figuras sin que se muevan. Como la chapa "al aire" tenía muy mala pinta, he forrado el interior de la cajita con tela. La verdad es que hasta ahí ha quedado bastante bien.

Pero eso es el interior. ¿Y por fuera? Por fuera voy a pirograbarla, o lo que es lo mismo, a quemarle un dibujo en la misma madera. "¡Oh, qué guay! ¡Qué gran idea!". Lo sé, lo sé. El único problema es que el pirógrafo que tengo no lo he usado todavía, excepto para ver que furulaba.

Así que hoy me he decidido (porque estaba más o menos solo y tranquilo en casa) y he hecho una prueba. Aquí el resultado:




Visto el resultado de la prueba, pues me he lanzado a pirograbar la tapa de la caja (más adelante grabaré algo en los laterales). Así ha quedado:



No creo que sea mal resultado para ser la primera vez. También voy a pirograbar otra caja, más grande, para mis propias miniaturas de 1650. Colgaré los resultados por aquí :)

Hasta la próxima entrada

miércoles, 6 de agosto de 2014

No lo he abandonado... del todo

Hola queridos lectores,

Como dice el título de la entrada, no lo he abandonado... del todo, ni el blog ni el proyecto de la arena de gladiadores.

Y de esta última os traigo hoy un avance. ¡Ya tenemos las gradas puestas! Ha costado, sobretodo porque la arena está a varias decenas de kilómetros de mi casa y no le puedo meter mano cuando quiera (ni a ella ni a mi novia, que está en el mismo sitio que la arena).

A poco que os fijéis en las fotos, veréis que también están hechos los marcos de las puertas, e incluso el enrejado de una de ellas. Ya sólo faltan cinco, jeje.

He decidido cambiar un poco los bustos que adornarán las puertas. Ya no los voy a dejar planos por detrás. La idea original era ponerlos en el dintel de la puerta; ahora irán sobre el dintel, con lo que necesitan tener volumen por detrás (en parte para que mantengan mejor el equilibrio sobre el dintel, aunque luego vayan pegados o clavados o lo que se me ocurra). Así que a las dos cabezas que ya tengo terminadas tendré que hacerles el cogote. La otra que enseñé a medio hacer, sigue en el mismo estado en el que la dejé cuando me fui de vacaciones, pero es que he estado ocupado pintando figuras :P.

Y, bueno, ya no me enrollo más, que sé que lo que queréis es ver las fotos.

Nota: las miniaturas son de escala 28mm... para los profanos, miden unos 5 cm de altura (algo menos). Para que os podáis hacer una idea de las dimensiones de la arena.





martes, 8 de julio de 2014

Faith. Reto conseguido.

Hola otra vez,

Pues sí. Ayer me disponía a pintar una bonita figura de Freebooter cuando ella me llamó, atrajo mi mirada hacia donde estaba (encima del maletín), me sedujo y me convenció para que acariciara su cuerpo con mi pincel. Faith, la runner, sugería, más bien exigía de una manera dulce y velada, que le diera color. Y, he de confesar mi debilidad, mi flaqueza, no pude resistirme a su canto de sirena.
Empecé por la ropa. Primero los pantalones, luego la camiseta y la codera. Después el guante y las zapatillas. Aprovechando el negro, su pelo se volvió oscuro como una noche sin luna.
Luego vino la carne, la primera caricia en los tobillos y los brazos, la cara y el cuello. Después, para alargar más la agonía, le presté atención a la bolsa, con sus amarillos y sus negros. Y luego volví otra vez a la carne. Le dí luz a sus mejillas y le abrí los ojos (bueno, el ojo, el único que se ve). Rocé sus labios con el pincel, y estos se tiñeron de color. Cuando su carne estaba haíta de caricias de mi pincel, le hice soportar una pequeña sesión de tatuaje. En su brazo derecho apareció una especie de circuito de color negro. Y bajo su ojo derecho, aunque no se aprecia mucho, un par de triángulos la señalaban como "esa runner".
Y Faith estaba casi lista. Como volviéndola a vestir, le dí unas sombras más a la camiseta y a su pelo.
Luego la arranqué de su peana negra y sosa y la planté en una nueva, que representa un enlosado de alguna ciudad.

Y así Faith llegó al mundo...







domingo, 6 de julio de 2014

¡Escultura terminada!

Hay un momento en el medio de un salto, cuando no estás cayendo ni subiendo. Todo lo que ves es el cielo. Todo lo que sientes es el aire y todo lo que escuchas es el latido de tu propio corazón. Eso es todo lo que eres. Músculo y movimiento. Se llama el punto muerto.
- Faith, runner. Mirror's Edge comic número 2

Hola de nuevo,

Aquí estoy de vuelta con una nueva actualización de mi primera miniatura humana. Y ya es casi la última. Ya sólo queda terminarle bien la mano izquierda, repasarla un poco en busca de fallos o rugosidades, "alisarla" y pintarla. Tengo ganas de llegar a este último paso. Tener mi propia Faith ya pintada y lista para usar en cualquier partida (de Infinity, para qué nos vamos a engañar, aunque si algún día juego a Shadowrun, ya tengo personaje).

Si comparáis con la última entrada, Faith se ha puesto una codera (en el brazo derecho), un guante (en la mano derecha), y se ha colgado una bolsa de mensajero. También le ha salido cara (un poco fea, para qué nos vamos a engañar, pero para que me salga más mona supongo que necesitaré muuuuuuuuuuuuuuuuuucha práctica) y pelo. En principio pensé en hacerle alguna foto cuando todavía no tenía ojos, boca ni pelo, pero estaba taaaaan fea la pobre... sí, más que ahora. La mano izquierda, como dije antes, está sin terminar. Hay que esculpirle los dedos. Y ya es cuestión de repasar el resto de la miniatura.






¿Qué pensáis de mi primera figura en 28 mm (más o menos)? Yo creo que para ser la primera vez, no está mal.

La gallina Turuleca
ha puesto un huevo,
ha puesto dos,
ha puesto tres.

- La gallina Turuleca. Canción infantil (gracias Miliki)

También la gallina está casi lista. Ya le han crecido las alas, pero necesito darles un retoque, darles un poco más de forma y tallarle unas cuantas plumas en medio para que tengan mejor aspecto. Le he ensanchado un poco la base porque de tanto en tanto se caía de lado.











Y ésta, ¿qué os parece?

Venga, aprovechad los comentarios y ponedme verde o alabarme, o dadme algún consejo, o una palmadita en la espalda, que eso siempre gusta.

miércoles, 25 de junio de 2014

¡Camiseta! Ya queda menos :)

Bienvenidos de nuevo,

Después de unos días, sigo con mi mini-proyecto (o proyecto de minitura :P). Ahora le he añadido una camiseta... igual no veis mucha diferencia, pero está ahí, tiene sus líneas y cae por encima del pantalón por un lado. También le he añadido bolsillos traseros al pantalón, pero no les he hecho foto.




Después de hacer la foto, le he "desnecrotizado" los brazos y el cuello. Ésta era la parte que más me preocupaba, porque como os dije en la primera entrada del tema, al torsionarle la cabeza, se la arranqué. Estoy esperando a que se seque, pero creo que la cosa quedará bien.

Entretando, a la gallina le ha salido cola y cresta. Todavía le faltan las alas, que creo que con suerte se las haré mañana. Aquí la foto de la gallina evolucionada:












Pero, ¿por qué no le he hecho las alas a la gallina? Porque, como recordaréis, tengo aún que hacer cuatro bustos para sendas puertas por las que deben salir gladiadores en un futuro (esperemos que no demasiado lejano). Y por eso la gallina sigue sin alas, porque he empezado otro busto, este:



¿Y quién es él? ¿En qué lugar se enamoró de tí? Pues cuando lo termine lo sabréis, porque tendrá su propia entrada. Por ahora sólo diré que tiene cuernos (que aún no están hechos).

¡Hasta la próxima entrada!

lunes, 16 de junio de 2014

¡Pantalones!

Bienvenidos de nuevo.

Hoy también he estado trabajando un poquito en mi Faith. Le he comprado unos pantalones y se los ha puesto sin pensárselo.
Si comparáis los pantalones de la mini con los de la imagen que puse ayer veréis que son distintos. Estos pantalones corresponden más a la segunda parte del juego (próximamente en las consolas de última generación... ya podrían haberlo hecho también para la 360, que me voy a quedar sin jugarlo :( ). El cambio de pantalones obedece a un par de motivos.
El primero es que no se puede ir siempre con los mismos pantalones: se ensucian, y huelen; hay que cambiarse de vez en cuando :P En realidad es que no me veía capaz de esculpir la parte baja de los pantalones originales, que son más anchos y están sujetos con una cuerda o cinta.
 El segundo motivo es que estos me gustan más, con sus rodilleras y tal.
Bueno, vamos a lo que queréis, las fotos:



¿Y la gallina? La gallina ha conseguido desarrollar cuello, cabeza, un par de ojos saltones, un pico deforme (todavía tengo que retocarlo, pero es que tiene que fraguar), y unas patitas. A este ritmo pronto desarrollará alas y cola :)





Espero que estéis disfrutando viendo los progresos tanto como yo haciéndolos. Comentad sin miedo, que no muerdo.

Hasta la próxima entrada.

sábado, 14 de junio de 2014

Y otro proyecto nuevo...

Hola otra vez.

Se ve que me ha dado fuerte con eso de esculpir. Ahora empiezo otro proyecto nuevo. Menos mal que ya terminé el barco, y que la arena avanza poquito a poco (muy poquito a poco), porque se me acumulan las cosas. Además de la arena tengo alguna otra maqueta en mente, pero no me pongo manos a la obra por cuestiones espaciales (no, no tiene nada que ver con la Guerra de las Galaxias, es que tengo que cuidar del poco espacio que me queda para guardar cosas). Por este motivo me estoy centrando en cosas más pequeñas, que puedo meter dentro de otras maquetas o en alguno de los maletines de miniaturas (que hay unos cuantos). ¿Y de qué se trata? De esculpir una miniatura. ¡Walaaaaa! Sí, "wala", porque teniendo en cuenta lo poquito que llevo con esto de trabajar la masilla, es un poco arriesgado, pero bueno, a ver qué sale.

¿Y qué vamos a esculpir? Bueno, pues vamos a INTENTAR esculpir a una muchachita, de pantalón blanco, camiseta negra y guante (uno) y zapatillas rojas, que va pegando botes y carreras por una ciudad futurista. Sí, queridos lectores, me refiero a la dinámica Faith de Mirror's Edge. Foto para quién no la conozca:



Tener mi propia miniatura de 28mm (más o menos) de Faith es algo que hace mucho tiempo que quiero, y como no existe comercialmente, pues me la hago yo (ya veremos como sale al final, si es Faith o Jabba el Hutt). Esta semana recibí el armazón o esqueleto que compré a Hasslefree Miniatures para no tener que hacerlo yo de alambre. La ventaja es que ya viene con algunos volúmenes; la desventaja que la postura también viene ya impuesta. Este es el armazón en cuestión:



Como podéis ver, la criatura viene con un buen par de piernas, unos brazos un poco raquíticos, y el pecho de una cría de cinco años. Vale, Faith tampoco es muy exhuberante, pero alguna curva tiene. Así que lo primero ha sido modelarle las tetas y engordarle un poquito los brazos, para que se vea que va al gimnasio.


Los primeros volúmenes. Prometo arreglar el brazo.

Ahora tiene un aspecto algo más proporcionado :P


Me hubiera gustado hacerle fotos a medida que iba haciendo las cosas, pero la masilla se endurecía y yo estaba la mar de entretenido modelando y corrigiendo y consiguiendo que tuviera la forma que más me gustara.

En el proceso de torsionarle el pezcuezo para que mirara para donde yo quería le arranqué la cabeza (:( ) pero eso me ha permitido limarle un poco el cuello, que se lo veía muy largo. No hay mal que por bien no venga.

Después de arreglarle la fisionomía a la chiquilla me he puesto con la ropa... bueno, con la ropa es mucho decir; con las zapatillas. Para los que no tengáis ni idea de esto de esculpir (conste que yo estoy aprendiendo, pero ya me he leído unos cuantos tutoriales, y eso que os saco de ventaja), deciros que primero se hace el cuerpo desnudo, y luego se va vistiendo con capas de masilla. Así que eso, después de modelarle el cuerpo, pues a vestirla como una mariquitina.


Una zapatilla

Dos zapatillas :)

Y como decía, sólo le he hecho las zapatillas. El resto tendrá que esperar a que el calzado se seque y quede durito.

Cómo me sobraba masilla (otra vez) me he puesto a modelar otra cosa:

¡Aaaah! ¡La terrible bola de masilla invade la ciudad! ¡Sálvese quien pueda!

Este engendro amorfo pretende ser el cuerpo regordete de una gallina caricaturesca. ¿A que nunca lo habríais adivinado? ;)

En futuras entradas, más Faith y más gallina (es de esperar). Iremos vistiendo a la runner poco a poco, luego le pondremos cara, y por último, ¡pelo! (y algo de atrezzo, creo, según se me dé la cosa).

¡Hasta otra entrada!