Durante los juegos gladiatorios podía darse el caso de que los luchadores cayeran gravemente heridos. No, la mayoría de los juegos de gladiadores no eran a muerte; un gladiador era un bien preciado y muy costoso para los lanistas (los propietarios de las escuelas de gladiadores), y para ellos era muy gravoso la muerte de un individuo que tenían que entrenar, alimentar, curar, armar y mantener. Además, ya aportaban la mayor parte de los fondos para organizar los juegos. En fin, como decíamos, la mayoría de los enfrentamientos entre gladiadores no eran a muerte, pero se podía dar la circunstancia de que alguno cayera gravemente herido. Entonces, hacía aparición la figura de Caronte (a veces acompañado de Hermes). En lugar de dejar que el gladiador muriera atrozmente a causa de sus heridas, Caronte (vestido de negro, y enmascarado) lo remataba con su mazo, finiquitando al infortunado con un golpe en la cabeza. Él otro cometido de Caronte era asegurarse de que el gladiador muerto estaba realmente muerto. Para ello seguía el mismo proceder que con los malheridos. Golpe en la cabeza y si no estaba muerto, ya lo esta. Luego, el rematado era sacado a rastras de la arena, y aquí paz y después gloria.
Y así llegamos a nuestra figura de hoy. Lupa. Lupa ejerce de Caronte en las grandes arenas del Imperio. También sale a la arena a enfrentarse con condenados a muerte, o durante los grandes espectáculos para aportar su brutalidad y su fiereza. En el juego es un personaje realmente fuerte, que puede hacer mucho, mucho daño. Ah, y es la figura exclusiva de la campaña de Kickstater. Ya era hora de que la pintara. Nota: con la piel de lobo que lleva sobre los hombros he querido hacer que parezca un lobo ibérico; creo que lo he conseguido, aunque muy discretamente.
PD: Supongo que a estas alturas ya estaréis enterados, pero los chicos que llevaban el Proyecto Goya 3D (del que os hablé en la entrada anterior) han cancelado la campaña, porque no lo veían viable. Van a seguir con el proyecto adelante, pero a un paso más pausado, y usando sus propios fondos. Desde aquí desearle la mayor de las venturas.
