viernes, 12 de octubre de 2018

Zealot Miniatures presenta... Litchmyre Dungeon

El Lord Brujo se inclinó sobre la pileta de adivinación y miró en las profundidades del líquido escarlata, como un cuervo carroñero inclinado sobre un cuerpo. Las hundidas cuencas de sus ojos vacíos recorrieron intensamente la superficie en busca de algo y sus dedos ganchudos se enterraban impacientes en el borde pétreo del recipiente.

Nada se movía dentro de la cámara. En el ominoso silencio, el crujido y el chasquido de las antiguas y decrépitas articulaciones era todo cuanto podía oírse cuando el Lord Brujo movía la cabeza, de la que sólo quedaba el cráneo, a izquierda y derecha. Observando.
Entonces los vio, una imagen apagada, reflejada en el líquido de la sangre mística: una visión de cuatro intrusos que entraban en sus dominios. Agitó una mano marchita y la imagen onduló y cambió para verlos de frente: un Elfo, un Mago, un Enano y un Bárbaro. ¡Cuatro estúpidos mortales, venían a intentar arruinar su gran plan, nada menos que en la mismísima noche de la luna de la cosecha y la Gran Invocación!
¡Qué maravilla! ¡Qué conmovedor! Que estos harapientos mortales aún albergaran la falsa creencia de que podía ser detenido por cualquiera o cualquier cosa. ¡Eran simples gusanos bajo su bota, pero mira cómo se retorcían antes de ser aplastados!

Gradualmente, un nuevo sonido invadió el silencio de la cámara, procedente de la antigua garganta del Lord Brujo. Un siseo callado, un sonido cascado como el granito al romperse, se hizo más y más fuerte a medida que el Lord Brujo sacudía la cabeza, usando cuerdas vocales mucho tiempo atrás olvidadas, forzando el graznido, más y más intenso hasta que su risa maníaca resonó con malicia por las cámaras subterráneas. Un sonido capaz de helar a los mortales hasta los huesos. El monstruo tardó en recuperar su compostura.
El que una vez fuera hombre se irguió y dio la espalda a la pileta de adivinación. Abandonando la cámara de adivinación con un propósito, se deslizó por el pasillo de la mazmorra como una ola rompiente. Tenía cuatro gusanos que aplastar.



Ésta es la introducción de la última campaña de Zealot miniatures, que depreda directamente de nuestra más tierna infancia (de los de mi quinta, claro), para tocarnos con un dedo nostálgico y atraernos e invitarnos a revivir una aventura que ya vivimos hace mucho.

El infame Dionisio Rubio ya nos invitó a una aventura parecida hace algunos años y todavía estamos esperando (o no, depende de cada uno), a su HeroQuest 25 aniversario (que ya sería 30).
Zealot Miniatures no nos propone comprar un nuevo juego. Zealot Miniatures nos ofrece una serie de miniaturas que podrían darle un nuevo aspecto a nuestro viejo Heroquest de los 80. Miniaturas con una estética similar a la de aquella época, pero reimaginadas y, en mi opinión, mejoradas.

En aquella lejana época, por una escalera como la de la foto (también de Zealot miniatures), bajábamos a una mazmorra habitada por orcos, guerreros del caos, fimirs, no-muertos, y goblins (los españoles, los más duros, que gracias a una errata atacaban y defendían como un guerrero del caos).

La miniaturas de esta campaña están esculpidas, al modo tradicional, por Boris Woloszyn, un escultor brasileño que hace auténticas maravillas. Por ejemplo, hace cosa de un año esculpió todas y cada una de las miniaturas, en la misma pose exacta, de la caja del Heroquest original para una tirada limitada (que sacó Knightmare Miniatures). Y le quedó igual. Palabra. Venga, mejor lo veis:

Copyright de la imagen Boris Woloszyn

Copyright de la ilustración Les Edwards y MB
Zealot y Boris presentan una miniaturas excepcionales, en tres posibles materiales: resina "normal", metal y resina "premium" (de la güena de verdá). Claro, cada una tiene un precio. Por ejemplo, las miniaturas de tamaño humano salen respectivamente en 5, 6 y 7'50 libras (recordaros que Zealot es una compañía inglesa). También ofrecen peanas rectangulares iguales a las que tenían las miniaturas del Heroquest.

Si os gustan las minis, si queréis actualizar el aspecto de vuestro Heroquest, os animo a que participéis en la campaña (ya no queda mucho). Zealot siempre entrega, aunque normalmente se encuentran desbordados y se retrasan. Y además, en su tienda podéis conseguir muebles nuevos para cambiar esos viejos de cartón (guiño, guiño).

Pinchando en la siguiente foto seréis transportados a la página de la campaña, como por arte de magia ;)



Que los dioses os sean favorables en vuestra búsqueda.