viernes, 30 de agosto de 2019

Turismo mazmorrero

Bienvenidos a la mazmorra

¡Entren, entren! No se queden en la puerta. ¡Pasen con cuidado, y hagan el favor de no tocar la hiedra! Lleva con nosotros casi desde el principio y cuesta mucho mantenerla.


 Recorran la mazmorra a su gusto. Si encuentran a alguno de nuestros conserjes, escúchelo, siga sus indicaciones y se le abrirán muchas puertas.




Puede echar monedas en nuestro pozo de los deseos, pero recuerde que sólo admite monedas de oro o platino. ¡Le pedimos lo mejor, para ofrecerle lo superior!


Recuerde que la visita tiene una duración determinada, y que tienen que abandonar ordenadamente la mazmorra antes de que pase el siguiente grupo.


No abandonen la mazmorra sin dejarlo todo como se lo encontraron. Recuerden limpiar lo que ensucien. Los duendes lo agradecerán al final del día.


Y no olvide que si no cumple las normas de la visita, recibirá una severa reprimenda.


Gracias por visitar nuestra mazmorra. Esperamos que haya disfrutado. Cuénteselo a sus amigos y conocidos, y ¡vuelva con ellos!

PD: La horca es de Reaper Bones. La Puerta de la hiedra es de Origen Miniatures (que ya no existe. Black Sun recogió algunos de los trabajos de Origen, pero creo que tampoco los comercializa ya). El resto de escenografía es de Zealot Miniatures.

viernes, 23 de agosto de 2019

Yo soy la justicia

"Están locos estos romanos" - Obelix

El tribuno. A todos nos suena la figura de las películas de romanos, el oficial militar a cargo de una legión durante la época republicana. Seguro que la mayoría recordáis a Galba en la serie Hispania.
Los tribunos militares tenían cargos senatoriales y eran elegidos por el Senado. Prevalecía más los contactos y la posición que la capacidad del sujeto como militar. Enchufismo romano de primera. Con Cayo Mario y la profesionalización del ejército, los tribunos militares pasaron a segundo plano, a la sombra de los legados.

Ese es el que nos suena, pero hay otro. El Tribuno de la Plebe, o tribuno plebis. La creación del cargo data de los primeros años de la República Romana. Era una figura escogida por la plebe, nacida para proteger los derechos de la plebe de los abusos del patriciado. Vamos, nuestro Defensor del Pueblo a la romana.
Para poder desempeñar sus funciones al tribuno plebis se lo revestía de un aura de sacralidad y se lo consideraba intocable en el año que duraba su mandato. Claro, esto no siempre funcionaba, y si alguien se saltaba a la torera la "sacrosantidad" del tribuno, se lo condenaba como sacer; cualquier ciudadano romano que lo viera tenía el derecho y el deber de darle muerte. Y aún así, hubo alguno al que le dio igual.
También tenía potestad para demandar a cualquier ciudadano romano, incluyendo a patricios, cónsules y senadores, a través de sus alguaciles (Viatores)
Podían ejecutar el intercessio, un derecho de veto, con el que podían detener e impedir órdenes, decretos, levas del Cónsul, decisiones del Senado, propuestas de ley, elecciones y convocatorias a comicios, pudiendo ejercer este veto a instancia de parte (ciudadano romano, claro), o propia.
Y, en general impartían justicia entre la plebe.
Por supuesto, con la llegada de los dictadores y emperadores, que reunían todo el poder en sus personas, los tribunos de la plebe desaparecieron por completo.

Y ahora vamos a hablar un poco del fasces. El fasces era un elemento que portaban los lictores, los ejecutores de la justicia de los cónsules (que los precedían en sus paseos por Roma, para que todo el mundo supiera quién venía). Estaba compuesto por treinta varas de abedul u olmo, sujetas con una cinta de cuero rojo; dentro de Roma el fasces era tal cual. Fuera de Roma el fasces incluía un labris, un tipo de hacha. Las varas simbolizaban el poder de catigar, y el hacha de ejecutar. La cinta simbolizaba aquello de que la unión (de las provincias romanas) hace la fuerza. Bueno, pues si os fijáis bien, en la actualidad también veréis fasces, pero en escudos y banderas. Os doy una pista: el escudo de la Guardia Civil.

¿Y todo este rollo histórico? Pues para presentaros a Tribuno, un gladiador de Arena Rex. Que ya hacía mucho que no publicaba nada de mi juego de gladiadores favorito. Bueno, pues Tribuno en teoría es un tribuno plebis, pero, como podéis ver en las fotos, porta un fasces. Cosas de las distopías históricas. La cabeza que rueda por ahí es de otra gladiadora Iocasta, que venía con dos opciones de cabeza, y decidí darle uso a la que me sobraba.





La verdad es que quedé muy contento con el resultado de esta miniatura, y en mano gana aún más que en foto. Creedme.

Y hasta aquí la entrada de hoy. Os daría alguna pista sobre la próxima entrada, pero es que no lo tengo claro yo tampoco. Dependerá de lo que pinte o no pinte ese fin de semana. Tened cuidado al salir. Gracias por la visita. :D

viernes, 16 de agosto de 2019

La chica y el oso

¡Bienhallados!

Alrededor de las hogueras, mientras arrancan a dentelladas la carne de la pata de algún animal asado al fuego, los habitantes del norte se cuentan historias, para pasar el rato y para conocer las últimas novedades del mundo. Entre éstas cuentan las de una chica que lo tenía todo, pero no lo quería, y la de un oso, que era más de lo que aparentaba.

Egret, la Prometida de la Luna
Ni una huérfana abandonada, ni una exiliada olvidada o despreciada, Egret no se parece a ninguno de sus compañeros del Gremio de Cazadores. Muy al contrario, Egret procede de una antigua familia noble de Castellya, una niña con buena educación nacida con privilegios. Criada para cumplir con los exigentes estándares de la vida en la corte y cuidadosamente instruida en las preocupaciones de estado y el patrimonio, no se arrepiente de su crianza en lo más mínimo, no como otros individuos que han hecho la transición de noble a miembro de Gremio. Pero para Egret, una vida como noble sólo le hacía sentir como una soga alrededor de su cuello que la estrangulaba, sin importar el amor que sintiera por su familia.

Al principio huyó a las ciudades, donde pronto empezó a añorar la calma relativa de las tranquilas bibliotecas y corredores de palacio de su niñez. El bullicio de las ciudades superpobladas, ruidosas y llenas de peligro a todas horas, la irritaba. Mientras otros habrían hallado semejante lugar vibrante y excitante, Egret no tardó en decidir ponerse en movimiento de nuevo. Pasó años buscando la sensación perdida de libertad que necesitaba.

Saciando su necesidad de viajar e incapaz de dale explicación, más allá de un arraigado sentido de pertenencia, Egret viajó siempre hacia el norte, hacia los grandes bosques. Estas tierras remotas separan los Estados civilizados del territorio salvaje de Erskirad oriental y la lejana Eisnor. Fue allí, finalmente, donde encontraría su paz, perdida a los ojos de la humanidad. Aquí, Egret se contentó al dar término a sus viajes entre las escarpaduras rocosas, los bosques primigenios, y las mayestáticas cascadas que conforman esa tierra indómita.

No pasó mucho tiempo antes de que atrajera la atención del Gremio de Cazadores, puesto que estaba viviendo libre en su territorio. Siguiendo las órdenes de sus líderes, los rastreadores observaron a Egret durante todo un ciclo lunar para evaluarla. Cuando al fin la luna llegó a llena, se acercaron para guiarla a la Casa del Gremio de Cazadores, y a una audiencia con la Lord Cazadora.

Aunque para muchos esto habría significado su muerte o destierro del territorio del Gremio de Cazadores, Egret no se sentía asustada o intimidada. A su llegada, entró con la cabeza alta y se enfrentó a la mirada de acero de la Lord Cazadora con su propia mirada inquebrantable. Pasaron los segundos y una lenta sonrisa apareció en el rostro de la Cazadora, pues en Egret sintió un espíritu afín - y más aún, una sucesora potencial. Su veredicto fue rápido. Desde ese día Egret fue adoptada por el Gremio de Cazadores, y dejó atrás los reinos de la civilización para siempre jamás.








Seena, el Gran Oso
Quizás el miembro más destacado del equipo del Gremio de Cazadores es el gran oso que ruge desafiante durante sus partidos. Esta criatura está más allá de la habilidad de los hombres normales para domarlo o condicionarlo; y, sin embargo, de algún modo, el Gremio de Cazadores parece haberlo hecho. Lo que no hace más que acrecentar su misteriosa reputación ritualística. Sus métodos parecen totalmente distintos de los de cualquier otra religión conocida a lo largo del Imperio de las Ciudades Libres; de alguna manera sus dioses les permiten controlar a los monstruos del bosque.

Sin embargo, aquellos que se ha acercado lo bastante a la criatura como para ver sus ojos y viven para contarlo relatan historias extrañas. Se preguntan si no han visto el alma atrapada de un hombre convertido en la piel de una bestia, de forma similar a los antiguos cuentos de licantropía que una vez recorrieron la tierra.

Seguramente un secreto semejante sólo es conocido por el propio Gremio de Cazadores, e incluso entre ellos, sólo por los sacerdotes y druidas como Hearne. Pero dichas figuras, por supuesto, no hablan de la gran bestia con los extranjeros. Y hablan bien poco del tema entre los suyos.

En los campos de Guild Ball, el gran oso conocido como Seenah es un gigante terrorífico, una criatura letal que no tiene cabida entre los hombres civilizados. Incluso los oponentes más formidables muestran cautela en su presencia, y el horrible potencial de la criatura para la carnicería está ganando rápidamente una fama legendaria.






Ahí tenéis dos de los miembros de los Cazadores de Guild Ball. Los textos son traducciones del trasfondo de la segunda temporada, no los he escrito yo.
A mí estas dos figuras, aunque se vendían por separado, me recuerdan un poco a Brave, de Disney. A ver, la muchacha pelirroja, noble rebelada, con un arco... el oso que en el fondo es un humano (en la peli es al contrario, la humana que es una osa)... Por ese motivo le pinté el tartán a Egret con los colores del tartán del clan de Mérida. Y Seenah tiene los ojos de ese color porque quería evidenciar su naturaleza mágica. En una presentación de una Gen Con o algo de eso enseñaron un render de Seenah con forma espiritual, pero nunca lo han sacado.
El conejito ocultando la cabeza al paso de Egret es un toque personal.

A ver si sigo con este ritmo y os voy enseñando más cositas. Gracias por la visita. A cuidarse.

viernes, 9 de agosto de 2019

Una aventura no apta para corazones débiles

En el corazón de la selva de Guatemala, un grupo de aventureros rivales está a punto de explorar el templo del antiguo dios maya Chac. El templo está repleto de valiosos tesoros arqueológicos, ¡pero protegidos por trampas y peligros mortales!
- Extracto del reglamento de The Adventurers: El templo de Chac

The Adventurers es una colección de dos juegos de mesa de Frédéric Henry (Timeline, Conan, Batman: Gotham City Chronicles) que en su día publicó Edge (ahora parte de Asmodee) en España. Los dos títulos eran The Adventurers: El templo de Chac, y The Adventurers: La pirámide de Horus. A día de hoy están los dos descatalogados. Suerte encontrándolos; yo tengo ambos.

El Templo de Chac (izquierda) y La Pirámide de Horus (derecha)

Ambos juegos versan sobre varios arqueólogos/aventureros/saqueadores-de-tumbas (cada uno que escoja el título que más le guste) que corren contra el tiempo y contra sus rivales para ser el que consiga salir vivo del complejo epónimo con mayores riquezas (porque son todos muy altruistas).

Son juegos ligeros, ideales para jugar en familia o con gente poco acostumbrada a jugar. Y también con los jugones, que tienen su gracia. Avanza por el templo, coge tesoros y evita las trampas... y sal vivo antes de que el complejo se selle, condenando a los que queden dentro. En el templo las trampas son una sala en la que se hunde el suelo, un puente de madera muy quebradizo, un río de fuerte corriente (que no es una trampa per sé, pero igual te ahogas), y una gran roca rodante que te va persiguiendo hasta la salida. En la pirámide las trampas son menos visibles: serpientes, escorpiones, y cocodrilos, tres momias que rondan sus sarcófagos, y la más imprevisible, ¡el techo del templo se derrumba!
El Templo a la izquierda, y la Pirámide a la derecha

Tanto el templo como la pirámide incluyen miniaturas de los aventureros. Y hoy os traigo la colección completa de las miniaturas de El templo de Chac.

El grupo de intrépidos "arqueólogos" al completo
Arely Tamay
Bill Baker

Lea Rice
Len Tso Yau

Markus Bassler

Martin Fletcher
Mustafa Ibrahin
Nicole Lagger

Puccio Cortese

Tatiana Bregovic
Profesor Trevor Griffith

Vincent Gerondeau
 Y estas son todas. Hace como tres años que empecé a pintarlas, y el mes pasado terminé la última (el Profesor Trevor Griffith).
Si alguien va a hacer algún comentario sobre Lea Rice, que tenga presente primero que esa abertura tapa bien poco, a menos que tengas los pezones cosidos al ojal de la blusa... Y la blusita para irse a saquear tumbas, se ve que no había de su talla, la pobre.

Bueno, espero que os hayan gustado las minis. Y si no tenéis el juego, se os antoja y lo encontráis, que lo disfrutéis; y si ya lo tenéis, seguid disfrutándolo. Y enhorabuena. Es un juego que me gusta mucho.

Hasta la próxima


viernes, 2 de agosto de 2019

Torneo de artes marciales instantáneo

Buenas,

Ya que estaba con las entradas sobre Kumite, voy a hacer una que tenía pendiente de hace algún tiempo; de cuando esculpí y pinté a Mila.

Y es que más o menos por esa época me dí cuenta de que mi colección de luchadores de Kumite iba creciendo (aunque no la fuera pintando), y que la caja en la que venía el juego no sólo era pequeña, si no que se estaba deshaciendo. Si bien ya tenía las figuras guardadas en una bolsa, también prefería tenerlo todo junto, tanto a la hora de guardarlo como de llevarlo a cualquier sitio para jugar. También me había comprado un segundo tablero en las Hispanias, así que todo sumaba.

Y me decidí a hacerme un maletín. Compré una caja en una tienda de manualidades, porque el chino ha dejado de traer cajas medianas-grandes. Tampoco me salió cara. En realidad es una caja para tres botellas de vino a la que le he quitado los separadores (que no venían pegados). Me fui a la tienda de bricolaje (no sé si lo habéis notado, pero estoy evitando hacer publicidad) y compré el asa, un par de listones (me sobró un montón, que luego usé para hacer un riel para la tabla del teclado) y una tabla cortada a medida (por un lado me hice la picha un lío y la pedí el doble de larga, y por otro, el chaval de la zona de carpintería la cortó doblada... ¡qué dos patas para un banco!). Clavos, pegamento, herramientas, y manos a la obra. Ah, claro, también compré una esponja tamaño estándar raster de 30 mm de grosor y dos separadoras de 10 mm para poder guardar las minis dentro del maletín. Ahora sí, manos a la obra. El resultado fue este:
Bandeja superior para las cartas, los dados, el tablero y el reglamento

La podemos extraer con facilidad para ver la parte inferior

Aquí están los vestuarios de los luchadores :P


Y tras una sesión de pirograbador (¡qué calor se pasa pirograbando!), la tapa quedó así:


El maletín cerrado

Y ese, queridos míos, es mi maletín de Kumite. Creo que no lo ha visto el creador del juego... a ver si se lo enseño.

A cuidarse.