viernes, 27 de septiembre de 2019

Esta es la historia de un hombre

Esta es la historia de un hombre al que prendieron por un crimen que no cometió(o quizás sí), que estuvo encerrado en una cochambrosa e insana mazmorra de la ciudad varios años, que por fin tuvo un juicio "justo" y se lo condenó a azotes y horca. Pero en el último momento se le conmutó la pena si ayudaba a la guardia a defender la ciudad del invasor francés.

U os podría contar que un hombre fue aprehendido, pasó un tiempo aherrojado, compartiendo una sucia celda con algunas ratas y otros seres de su propia catadura, confesó sus crímenes bajo tortura, y se lo condenó a pena de ahorcamiento público, no sin que antes le ablandaran las carnes con unos cuantos latigazos. El día del colgamiento, cuando ya tenía la espalda cruzada por sanguinolentas líneas y el lazo al cuello, un numeroso grupo de desharrapados y rufianes puso en ejecución un plan de liberación, guiados por El Gobernador, conocido traidor a la corona y a su Rey. La soga de la que pendía el reo fue cortada y en su mano pusieron un cuchillo. Ahora defendería su vida y la de sus iguales contra las tropas del Rey y los usurpadores por igual.

O también podría narraros la del Conde que juró venganza tras ser encarcelado... no, espera, esa ya se ha escrito.

En definitiva, cualquiera de esas historias, u otras que imaginéis podría formar la vida del Convicto, la última (por ahora; esperemos que algún día haya más) de las figuras de la Guardia de Ysbilia de 1650: A Capa y Espada.

Aclaración para los que no juegan al juego: "El Gobernador" es un ex-soldado de los tercios rebelde que se ha puesto como misión liberar a los prisioneros de las cárceles reales.

A continuación, el Convicto.



Cuidaos y disfrutad.

viernes, 6 de septiembre de 2019

Ayer y hoy

Bienvenidos,

Esta va a ser una entrada cortita pero, para mí, muy interesante. Os pongo en antecedentes: allá por el año 2000 Games Workshop cambiaba la edición de su juego Warhammer Fantasy de quinta a sexta. Entre los muchos cambios el ejército de muertos vivientes se dividió en dos: los Condes Vampiros y los Reyes Funerarios de Khemri... los "no-muertos clásicos" habían sucumbido con la destrucción de su creador (Nagash). Y dos años después del estreno de la edición se publicó la miniatura protagonista de la entrada de hoy: Khalida, Reina Funeraria. Así que, conociéndome, probablemente me compré la miniatura no mucho después de salir; esto es en 2002. Y la pinté. Tantos años después no puedo asegurar cuándo, pero yo creo que no tardé mucho. También es verdad que por aquella época no tenía tantísimas miniaturas aparcadas esperando que me dé por darles color y vida.
Sigo.
Sería a principios de este año o finales del anterior me pude hacer con otra miniatura de Khalida. La primera era de glorioso metal; esta segunda de Finecast, la muy odiada resina de Games Workshop (tengo que admitir que sólo había una burbuja en toda la miniatura, y que como además no caía en mal sitio, pues ni la he tapado). Y esta segunda miniatura respondía a un capricho doble: primero que me gusta mucho la mini (después de tantos años sigue en la estantería a la vista de cualquiera), y segundo, que quería volver a pintarla y compararla con la antigua.
Y el fin de semana pasado empecé y acabé mi propósito.
Decir también, antes de enseñaros el resultado, que en un principio mi intención era pintar la Khalida nueva con los mismos colores que la antigua. El primer obstáculo fue la "piel muerta", que no me parecía que debiera ser verde. Luego vino la falda, que vi por ahí el pintado oficial, y me gustó más que compartiera color con la capa. Y ya la "piel viva", que muy color de egipcia no tenía. Lo del báculo ya fue por capricho.
A continuación las dos figuras. A la derecha, el presente, el hoy, Khalida en Finecast pintada a finales de agosto de 2019; a la izquierda, el pasado, el ayer, Khalida en metal pintada en el principio de los tiempos. Unos 17 años separan ambas miniaturas. Decidme mortales, ¿cuál os gusta más?





PD: Después de esta entrada pasarán un par de semanas hasta la siguiente entrada, que me voy de muy merecidas vacaciones; pero no voy a tener tiempo de pintar. Cuidaos, y hasta la próxima entrada.