sábado, 7 de junio de 2014

Puerta de Anubis... y un extra

La saliva le chorreaba por las comisuras de los labios, se pasaba la lengua por los aserrados dientes, expectante. Sus patas delanteras se levantaban y se volvían a posar en el oscuro suelo, impacientes. Cuando el corazón tocó el platillo, sus gruesas patas traseras se tensaron y antes de que la balanza se detuviera, Ammit saltó para devorar aquella jugosa alma. "¡Perro malo!", le espetó el hombre con cabeza de chacal, y le propinó un bastonazo en el hocico...

Hola otra vez,

Siguiendo con la serie de bustos para las puertas de gladiadores, hoy presentamos a... (redoble de tambor) ¡Anubis!

Anubis, el dios con cabeza de chacal, guardián de las tumbas, guía de los muertos en el Más Allá y su acompañante ante el tribunal de la Sala de las 2 Verdades. Antaño dios de los muertos, fue desbancado y relegado a un segundo plano por Osiris; con él compartía el reino del Más Allá junto a Upuaut. También fue protector de los sacerdotes embalsamadores, pues se decía que Anubis ayudó a Isis a preparar el cuerpo del difunto Osiris. Anubis ostentó, dependiendo de la zona y la época, los títulos de "El que abre las puertas de abajo", o "Señor del Pais sagrado" (como guardián de las puertas de la Duat), "Señor de las cavernas", apelando al Mundo Inferior, y "El que cuenta los corazones", puesto que era el encargado de extraer el corazón al difunto para que fuera pesado ante Osiris.

Su rostro negro es la representación de la putrefacción de los muertos, así como de la tierra fértil, simbolizando la resurrección. Además de como un hombre con cabeza de chacal, en ocasiones se lo representaba como un chacal de largas orejas; en las necrópolis se erigían estatuas de Anubis con ésta forma para disuadir a los ladrones de tumbas, pues el dios les daría caza hasta el fin de sus días. 

Anubis guía las hojas de los luchadores que entran en la arena por su puerta como si fueran los instrumentos del embalsamador en busca de los órganos que se han de extraer para preparar al difunto. Por supuesto, todos los que han perdido la vida en los munera abandonan la arena por la puerta de Anubis, acompañados de una enlutada figura con un pesado martillo.

(Más sobre Anubis )

Esta vez no me he acordado de fotografiar el busto en diferentes estadios de compleción. Sólo hay fotos del resultado definitivo, o casi definitivo (aún necesita un pequeño limado y hay alguna cosilla con la que no estoy totalmente contento):

De frente.
Un poco de perfil para que se aprecie el hocico



Y con esta hacen dos puertas, la de Sejmet, la diosa leona, y la de Anubis, el dios chacal. Veremos cuál es la siguiente.

Por cierto, las puertas en sí, aún las tengo que hacer... cuando digo puertas, quiero decir bustos. A ver si me pongo con lo que es la entrada per sé.

¡Uy! Casi se me olvida el extra con esta entrada tan larga :P No tiene mucho que ver con los dioses, ni con las puertas, aunque sí con la arena... pero no ese tipo de arena, más bien la arena de la playa. Y es que con un pegote de masilla que me sobraba he hecho esto:


¡Un cangrejo!
 Mola, ¿no? Ahora sólo tengo que pensar para qué lo voy a usar.

¡Nos vemos en la próxima entrada!

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