miércoles, 13 de abril de 2016

La leyenda del Caballero Verde

Bienvenidos de nuevo.

Hoy vengo con leyenda y todo. Espero que tengáis ganas de leer:

Sir Gawain and the Green Knight (Sir Gawain y el Caballero Verde) es un romance del siglo XIV. Cuenta el romance cómo en el día de Año Nuevo, en Camelot, se presentó una gigantesca figura totalmente vestida de verde, de apariencia verde y montando un caballo verde. El gigantesco intruso reta a los caballeros a un "juego de decapitación": uno de los caballeros debe golpearle una vez con su hacha, siempre y cuando cumpla la condición de que el Caballero Verde devolverá el golpe en el tiempo de un año y un día. El caballero que acepte el desafío se quedará con el magnífico hacha. Sir Gawain, el más joven de los caballeros de Arturo, pide el honor de aceptar el reto. El gigante se inclina y desnuda su cuello, y Gawain lo decapita limpiamente de un único tajo. Sin embargo, el Caballero Verde ni cae ni tiembla, sino que coge su cabeza cortada por el pelo, vuelve a montar en su caballo, y antes de marcharse recuerda Gawain que ambos deben reunirse de nuevo en la Capilla Verde. Entonces se aleja cabalgando. Gawain y Arturo admiran el hacha y lo cuelgan como un trofeo, quitándole importancia al asunto.
A medida que el año y un día se acaba, Sir Gawain parte para encontrar la Capilla Verde y honrar su parte del trato. Tras muchas aventuras y batallas, Gawain llega a un espléndido castillo donde conoce a Bertilak de Hautdesert, señor del castillo, y a su bella esposa. También está presente una fea dama, de nombre desconocido pero a la que todos tratan con grandes honores. Gawain les habla de la cita que tiene en Año Nuevo en la Capilla Verde, que aún no la ha encontrado y que tan sólo le quedan nos días. Bertilak le explica entre chanzas que la Capilla Verde está a menos de dos millas de camino y le ofrece hospedaje en el castillo hasta que llegue el día señalado. Gawain acepta.
Al día siguiente, antes de salir de cacería, Bertilak propone a Gawain un intercambio: él entregará a Gawain lo que capture en el día con la condición de que Gawain le dé a él lo que pueda ganar durante su ausencia. Gawain acepta. Tras la marcha de Bertilak, la señora del castillo visita el dormitorio de Gawain y se muestra seductora, pero a pesar de sus mejores esfuerzos, lo único que consigue es robarle un beso a Gawain. Cuando Bertilak regresa de la cacería entrega a Gawain el ciervo que ha matado, y a cambio, Gawain le da un beso, sin decirle dónde lo ha conseguido. El segundo día la historia se repite, Gawain vuelve a resistirse y Bertilak le ofrece un jabalí a cambio de dos besos. Al tercer día, la dama vuelve a la habitación de Gawain, ofreciéndole esta vez un anillo de oro como recuerdo. Gawain lo rechaza gentilmente pero con firmeza, pero ella le ruega que al menos se quede con su cinturón, una faja de seda verde y dorada que, según asegura la dama, está encantado y le evitará cualquier daño físico. Tentado, puesto que puede morir al día siguiente, Gawain lo acepta, e intercambian tres besos. Esa noche Bertilak vuelve con un zorro, que cambia a Gawain por los tres besos... pero Gawain no menciona el fajín.
Al día siguiente, Gawain parte hacia la Capilla Verde con la faja enrollada dos veces a su cintura. Encuentra al Caballero Verde afilando un hacha y, como prometió, Gawain inclina su cuello desnudo para recibir su golpe. En el primer hachazo Gawain se encoge ligeramente y el Caballero Verde se burla de él. Avergonzado, Gawain no se encoge con el segundo hachazo, pero el Caballero Verde no pone toda su fuerza en el golpe. El caballero explica que estaba probando los arrestos de Gawain. Éste, enfadado, le insta a que dé el golpe de una vez y así lo hace el caballero, causando sólo una leve herida en el cuello de Gawain. El juego a terminado. Gawain recoge su espada, su casco y su escudo, pero el Caballero Verde, riéndose, revela ser el señor del castillo, Bertilak de Hautdesert, transformado por la magia. Explica que toda la aventura fue un truco de la "dama anciana" que Gawain vio al castillo, y que en realidad es la hechicera Fata Morgana, que pretendía probar a los caballeros de Arturo. Gawain se avergüenza de haber actuado con argücias, pero el Caballero Verde se ríe y lo nombra el caballero menos culpa de todo el territorio. Los dos se despiden en buenos términos. Gawain regresa a Camelot llevando el fajín como un signo de su incapacidad de mantener su promesa. Los Caballeros de la Mesa Redonda lo absuelven de su culpa y deciden que a partir de entonces llevarán un fajín verde como reconocimiento de la aventura de Gawain y como un recordatorio para ser siempre honestos.

Vamos a ignorar el significado de la leyenda (que podéis encontrar en internet haciendo una sencilla búsqueda), y vamos a fijarnos en la forma. Concretamente en la figura del Caballero Verde. Dice la leyenda que al caballero le cortan la cabeza y el tipo ni se inmuta; de hecho coge la cabeza y se larga montado en su caballo. No muere. 

Hace ya años, Games Workshop hizo una figura del Caballero Verde para su ejército de Bretonianos. Cuando se mataba al Caballero Verde se tiraba un dado, y si no era un 6 (o un 1, no me acuerdo) el muchacho se regeneraba y había que volver a matarlo. 

Imagen y figura propiedad de Games Workshop Ltd. Usada sin permiso (y encontrada en la red)


Pero yo os traigo una nueva version. No, de la Workshop no. Es de Arena Rex (¡cuánto tiempo!). Gaius Pallidus (o Cayo Pálido, si lo castellanizamos) es un gladiador del Ludus Britannicus del Imperio Romano, también conocido como Legio XIII. Con unos gladiadores con apariencia de proceder de los límites del Imperio, concretamente de las Islas Británicas, ya podéis haceros una idea de por dónde voy. Gaius Pallidus tiene el aspecto de un caudillo celta (no, no le he hecho tatuajes ni pinturas), pero la figura tiene una particularidad: parece cubierta de vegetación en crecimiento. Más aún, dicha vegetación parece cubrir una gran herida que tiene en el pecho y la espalda. Ya si miramos su tarjeta, Gaius Pallidus puede "volver a la vida", con una casilla de su barra de vitalidad, la primera vez que acaban con él. Aquí está nuestro Caballero Verde. El hombre que no flaquea después de sufrir una herida mortal. 










Ah, lo de las plantitas. Hay interpretaciones que equiparan al Caballero Verde con el Hombre Verde, un ente del folklore céltico relacionado con la naturaleza (y que probablemente no podía morir, tampoco he encontrado mucha información), y que parece cubierto o formado por plantas. El Hombre Verde aparece representado en numerosas iglesias a lo largo y ancho del Reino Unido, Francia y Alemania.
Hombre Verde en la Catedral de Bamberg, Alemania
Hasta la próxima

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