miércoles, 17 de julio de 2013

Diario del Segundo


Y ahí estaba yo, creándome un weblog... ¡Aaaah!, un recién llegado. Bueno, bueno, empecemos por el principio. Mi nombre es Ishmael, y soy el segundo de a bordo de esta nave. ¿El capitán, preguntas? El capitán tiene cosas más importantes que contaros historias a vosotros: consultar los mapas, trazar el rumbo, vaciar los barriletes de vino del bueno, y luego dormirla... ¡Cosas importantes! ¡Cosas de capitán!.

En fin, ya sabéis, Ishmael. Pues como decía soy segundo de a bordo, y un día me vino uno de nuestros fieles marinos, un hombre trabajador, que llevaba restregando cubiertas y soltando cabos desde antes de que se reunieran las tablas de esta cáscara de nuez... ¿qué decía? Ah, sí. Vino este hombre y me dijo: ¿Segundo (porque los marinos del barco me llaman "Segundo", "Segundo de a bordo" o "enchufao" cuando creen que no les escucho), cómo se hace una bitácora? Me lo quedé mirando con cara de pasmao, pero lo apunté mentalmente.

Así fue que en el siguiente puerto en el que atracamos, durante el permiso en tierra, me fui a un librero, a un encuadernador, a un bibliotecario... todos sabían, más o menos, cómo se fabricaba un cuaderno de bitácora, pero no sabían qué se ponía dentro, ni cómo se ponía.

Tuve que esperar hasta el siguiente amarre, porque un hombre tiene sus necesidades ineludibles, jejeje, y entonces visité las peores tabernas del lugar. Entre los capitanes allí reunidos encontré la información que buscaba: cómo se anotaban las entradas en el cuaderno, cómo indicar la fecha y la situación, cómo escribir entre líneas para que nadie entiendiera lo que no era para sus ojos... Y con esa información, me volví al barco. Antes de que se me olvidara todo. Al cuerno con las necesidades ineludibles y esas cosas... bueno, primero pasé por la choza de la Carmela...

Y, como decía cuando llegaste, ahí estaba yo, creándome un diario... un weblog... blog, para la gente que no tiene tiempo de decir "we" delante. Mi diario, el Diario del Segundo...
Espero que encuentres interesante lo que aquí veas... ¡cotilla!